jueves, 28 de julio de 2011

Miedo

Traduzco en parte la excelente entrada de Olivier Berruyer en el blog de Paul Jorion. Mucho de lo que aquí se dice puede aplicarse al contexto español y mundial.

 Miedo, hoy tengo miedo.
El sistema financiero, asentado en pirámides de deuda que se sostienen las unas sobre las otras está empezando a hundirse, su base compuesta de deudas públicas hace aguas por todas partes.
 Dejemos de lado el caso griego - es apenas una gota de agua. Más importante es la brecha en la quilla  europea, con España e Italia cuyos intereses no dejan de aumentar, el circo mediático de los gobernantes europeos de la semana pasada es ya eso, agua pasada - 110.000 millones de euros para una semana de tranquilidad, empieza a salir caro al minuto (11 M€!)...

 Pero si utilizo hoy esta palabra tan contundente, es evidentemente por lo de Estados Unidos, donde los diputados no se han puesto aun de acuerdo para elevar el techo de la deuda.
Honestamente me he equivocado. He creído durante semanas que esto era solo un fleco, y que los Estados Unidos firmarían un acuerdo rápidamente para relanzar la máquina de hacer deuda - solución que acabaría inevitablemente en default, debido al sobreendeudamiento.

 Mas no pensaba que el bloqueo actual tendría lugar, ya que al fin y al cabo podría haberse previsto mejor. En realidad los republicanos repudian un Estado federal que es cada vez menos popular. Recordemos de paso que para un americano, el Estado federal tiene apenas una mejor aceptación que el embrión del  Estado europeo que tenemos: distante y poco útil.  Los demócratas lo aceptan mejor, pero las exigencias de los republicanos equivaldrían a firmar su desmantelamiento.

 Así que si el Estado declara la bancarrota esto constituiría de facto la conclusión de la Gran Obra iniciada con  Ronald Reagan, quien hizo que los déficits subieran como la espuma bajando los impuestos de los ricos y aumentado el gasto. SI, considero que el déficit público es el aliado de los neoconservadores, la mejor arma para liquidar el Estado. Porque por un lado, si la deuda aumenta, enriquece de forma ultrajante a los más ricos (prestamistas) por medio de los intereses, autentico impuesto invertido. Y un día el Estado se encuentra en bancarrota, y como ahora es imposible aumentar los impuestos de los más acaudalados, por ser los que prestan el dinero para el funcionamiento del Estado, entonces se tiene que desmantelar la protección social y el contrato social de 1945 - paz hallen sus cenizas. Quien piense que el Estado debe jugar un papel en nuestras sociedades, debe luchar por su equilibrio financiero, porque un Estado que pide es un Estado débil que acabara siendo desmantelado...
 Ya que el Estado puede recaudar impuestos, es kafkiano no hacerlo dejando de recaudar una parte consecuente a sus contribuyentes más adinerados permitiendo que aumenten los déficits, que se compensan pidiéndoles a esos mismos contribuyentes que les presten su dinero a cambio de intereses... O como transformar sus impuestos en préstamos... No obstante esos préstamos acabaran convirtiéndose en impuestos al no poder devolverse...
Pensemos en los discursos surrealistas de los gobernantes actuales: en Francia un Primer Ministro que anuncia en 2007 que el Estado esta en una situación de "bancarrota" mientras aumenta la deuda tranquilamente en 4 años en un 50%! (AdT: El discurso sobre la bancarrota era un pretexto para no aumentar las partidas sociales e iniciar una política de no reemplazo de uno de cada dos funcionarios que se jubilaba. Unos meses más tarde fluyeron miles de millones para salvar a una banca seriamente tocada con la crisis de las subprime, de CDO y CDS que la banca francesa había adquirido); se trata de un argumento repetido hasta la extenuación explicando que no se tiene que aumentar los impuestos, pero que aumenta la deuda, que no es más que un impuesto pospuesto - De Gaulle despierta, se han vuelto locos!!!

El déficit es un lastre increíble pero lo preocupante viene de la deuda, que suma permanentemente. Por ejemplo, regularmente hay que reembolsar 50.000 millones de euros  de bonos del tesoro emitidos hace 5 años, y para hacerlo se vuelven a pedir prestados otros 50.000 en los mercados financieros (más los intereses...). De esta manera el Estado paga su deuda - ya que no puede hacerlo de otra forma, por estar en déficit antes de pagar los intereses, así que cada vez más endeudado después de haberlos pagado, entonces  no queda nada para reembolsar el capital prestado. Al final, el Estado ha debido pedir prestado en 2010 más de 600.000 millones de euros, si, lo habéis leído bien, de los cuales 500.000 millones han servido para pagar deuda...
¿Algo le preocupa señora ministra?
Se nos suele hablar de los saldos, pero lo que más cuenta es el montante de los flujos. Porque TODAS LAS SEMANAS, el Estado recauda 3.000 millones en impuestos, gasta 5.000 y pide prestados 12.000, de los cuales 10.000 sirven para pagar deuda. El Estado debe entonces encontrar 2.000 millones cada día laborable! Y esto ocurre en Francia, pero  también en Alemania, Italia, Reino Unido...
Este hecho es ocultado descaradamente por los poderes públicos, que se guardan muy mucho de presentar el presupuesto real a sus ciudadanos. Hemos pasado de una democracia a una deudocracia. 
[…]
Y me he dejado lo mejor para el final. El Estado federal americano pide prestados 150.000 millones de dólares por semana, 8 billones al año…
Esta es la situación real en la que estamos, esto es lo que esta en juego […] Entonces si el congreso americano decide no elevar el techo de deuda (por las ultimas noticias parece que se llegara a un acuerdo) se desencadenara una tormenta la semana que viene, y 2008 parecera una pequeña brisa matinal. Si se decide elevar ese techo, los Estados Unidos ganaran algunos trimestres antes del “default”, que llegara no a causa de su techo de deuda, sino por la disminución, agotamiento o huida de los prestamistas. Porque con esta base presupuestaria, su situación económica y ese circo político, las agencias de notación no podrán mas que bajar la nota de los Estados Unidos, si hacen bien su trabajo.
Hoy por hoy, el resultado importa poco. Solo cuenta una cosa. Esta mañana los tenedores de bonos que tienen deuda americana que vence en agosto de 2011 tienen mucho miedo. Y todos los prestamistas tienen miedo. Una buena noticia este lunes no podrá hacer olvidar esto, ya que un mito ha muerto estos últimos días: no, el bono del tesoro americano ya no es “un activo sin riesgo”, es un refugio potencialmente peligroso.

domingo, 17 de julio de 2011

Esta crisis no es una “Gran Depresión”, sino el “Gran Robo” de la banca

(copio y pego de qmunty)

central-bankers
Michael Hudson en un economista reconocido a nivel internacional y profesor de la Universidad de Missouri, Kansas City. Ha sido consejero del gobierno americano y canadiense, así como de países como México y Letonia. También ha sido economista del Chase Manhattan Bank, donde colaboró para establecer el primer fondo de deuda soberana.

Hudson dice lo siguiente:
La crisis europea de deuda se trata literalmente de una guerra financiera de los bancos contra la sociedad y las personas.
En otra entrevista dice que lo sucedido en Grecia terminará llegando a EEUU en breve (y por supuesto a España también). Pues los bancos han trasladado toda su basura a los gobiernos, quedándose ellos una deuda pública que se va a pagar con los impuestos de todo el mundo. A continuación, para que esta deuda pública sea solvente y no descuadre los balances financieros, los bancos están forzando a los gobiernos mediante las agencias de calificación para que se liquiden multitud de activos, se reduzcan salvajemente los gastos y se terminen acometiendo estrictos ajustes fiscales acompañados de brutales subidas de impuestos.
Es evidente que los estados tienen soberanía y capacidad de negociación para, después de los rescates, forzar la banca para que asuma todas y cada una de sus pérdidas. Por lo que una vez se les ha ayudado, los gobiernos deberían cuadrar a las entidades financieras para que fueran ellas las que liquidaran sus activos y asumieran sus pérdidas, junto con sus accionistas. Haciéndolas además reducir de tamaño para impedir nuevos riesgos sistémicos. Pero está sucediendo justo al revés, de forma que son los inocentes ciudadanos quienes van a terminar pagando con sus impuestos unos gravísimos errores empresariales que los magnates financieros no quieren asumir en ningún caso. Para conseguir su propósito están empleando multitud de tretas, coacciones y por supuesto sobornos de todo tipo al más alto nivel. A este sistema sólo se le puede llamar “NEO-FEUDALISMO” y “MEGA-CORRUPCIÓN”. La gente de la calle tiene que despertar urgentemente, a no ser que desee quedar reducida a la pobreza extrema y perder sus derechos sociales con la destrucción programada de la clase media. Es necesario por tanto buscar una regeneración política que sepa representar mejor a la sociedad y poner coto a la codicia de la banca.

Por otro lado, tenemos esta brillante entrevista de Max Keiser al famoso economista independiente australiano Steve Keen. En ella dice textualmente lo siguiente:
Se está produciendo la mayor transferencia de riqueza de la historia, desde los bolsillos de las personas hacia los balances de los bancos, con el objeto de trasladar sus pérdidas contables a la pobre gente de la calle. Unas pérdidas que además son fruto de una actividad empresarial fraudulenta y absolutamente delictiva. Las últimas burbujas financieras y sobre otros activos como la vivienda y muchas materias primas, han sido provocadas por los grandes bancos y sus agentes comerciales con el único propósito de obtener unos beneficios obscenos… Miles de millones que por supuesto también han salido de los bolsillos de la gente sencilla de la calle, cuya única culpa es no entender lo que está sucediendo para poder lanzar toda la fuerza de la ley contra esta élite financiera terriblemente corrupta y peligrosa. Si, en efecto, es necesario restaurar de una vez el poder de la ley.
A diferencia de toda esa verborrea y chalaneo de nuestros corruptos politicastros, queremos ponerles unas gráficas que les aclararán lo dicho mediante muy pocos conceptos fáciles de comprender. Algo que la casta del Congreso de los Diputados es incapaz de hacer por el pavor que les produce la ira popular y el miedo a perder sus abundantes privilegios.
Estos son los CDS de la banca hasta la quiebra de Lehman, momento crítico a partir del cual se produce un glorioso milagro, pues a pesar del riesgo sistémico sus diferenciales se hunden drásticamente. ¿Por qué?
Pues es sencillo de entender: porque se hizo un “transfer”. Es decir, se pasó la pelota a los gobiernos. Y los estados más débiles fueron los que antes pagaron el pato. Así que ahora hay que “meterles en cintura”, cuando la cintura que debería haberse reducido es la de los obesos banqueros. No cabe la menor duda.
Al mismo tiempo, aunque es cierto que hay una importante saturación de deuda, no es menos verdadero que hay también muchísimas empresas solventes que no encuentran financiación. ¿Por qué? En el caso americano sucede lo siguiente. Según el profesor John Masson, antiguo economista de la Reserva Federal,
parece ser que gran parte del estímulo monetario del Sistema de la Reserva Federal se ha fugado hacia el mercado de Eurodólares, hacia las ramas exteriores de los bancos americanos. Por eso el efectivo permanece plano en las pequeñas entidades financieras americanas. El dinero no se pone a disposición del cliente en ventanilla porque se está llevando hacia los mercados exteriores y los activos cotizados. Los préstamos son para esas ramas en el extranjero.
El resultado es que los CDS de los bancos estaban disparados porque habían perdido gran parte de su capitalización en el mercado por su manifiesta insolvencia. El “transfer” sólo sirvió para sanear en parte sus balances y recuperar algo del anterior tamaño en bolsa, que es donde fue a parar el dinero principalmente desde el mercado de Eurodólares. Pues una buena capitalización bursátil es el mejor activo para un banco.
Y aquí las gráficas por lo que respecta al efectivo, que depositado en la Fed es desde donde se operaba para la recompra de los activos financieros. Si todo ese dinero hubiera llegado a la calle ahora habría menos desempleo, por supuesto.
Por lo tanto, ya lo ven. De los bolsillos de la gente a los bolsillos de la banca.